Esdrujofílico...

Alguna vez me preguntaron cuales eran las 5 palabras del idioma español que más me gustaban. Hice una lista de más de 10 (para ir eliminando). La revisé y después de mucho repetirlas observé que todas tenían un factor común: Eran esdrújulas.

Entonces me di cuenta que era esdrujofílico (échense un neologismo). Desde entonces, me he dado cuenta que amo esas palabras. Tal vez porque me considero de espíritu intrépido, pragmático, impúdico, ilógico, pacífico, católico , apostólico y romántico…en fin, anacrónico, todo menos típico. En mis gustos ya tengo intrínseco lo ecléctico: Me gusta la música eléctrica pero disfruto lo melódico. Me apasiona lo mágico, lo insólito, … es por eso que amo a México.

He de confesar que detesto lo estúpido, los parásitos, las rémoras, los hipócritas, antiecológico. Mi deseo póstumo será que en forma unánime, sincrónica y al unísono, todos mis cómplices, ya sean anónimos y/o alcohólicos, en torno a mi efímera y paupérrima lápida, se pongan pedísimos con una bebida ínfima pero democrática y digan en forma automática y mecánica:

"¡El Soldao era Magnífico!"