mercredi, septembre 27, 2006

Los 2 Méxicos

De Tijuana a Yucatán somos un país llamado México. Hemos aprendido a quererlo y a verlo como una país en su conjunto, como un monolito único, un imperio que siempre ha existido y solo fue interrumpido por la incursión de tres siglos de los españoles. Sin embargo, yo siempre he creido que son artificiales todas las fronteras decididas por el hombre. México no es la excepción. Cd, Juárez, Tijuana, Nuevo Laredo se parecen mucho más a El Paso, San Ysidro y Laredo respectivamente que a cualquier ciudad del sur. Hasta celebran el “Thanksgiving Day” en Noviembre.

En la escuela nos enseñaron que antes de los españoles, eramos el “Imperio Azteca”, pero la verdad es que los aztecas solo existían en el sur. En las zonas áridas del norte no había aztecas. Había (y hay) tarahumaras, yaquis, huicholes y demás etnias cuyas costumbres y lenguas son muy diferentes a las de los aztecas. Etnias que, salvo raras excepciones, no se mezclaron con los españoles. Los antropólogos han señalado una división muy clara entre las zonas dominadas por los grandes imperios prehispánicos y la zona de pueblos aislados de la sierra y el desierto del norte. La región del norte es llamada “aridamerica” y la del sur es llamada “mesoamérica”.



Esa división intangible (señalan la mayoría de los autores) despareció a la llegada de los españoles. Falso. Esa línea aún existe. Se localiza entre el estado de Guanajuato y Jalisco y divide a México en 2 paises diferentes.

Cuando viajo al DF, me sorprende ver a la inmensa mayoría de gente, aún hoy, con razgos aztecas en sus rostros. La nariz afilada y aguileña, el tono cobrizo, el cabello pesado crespo y negro. La estatura promedio de 1.60 y tantos en los hombres y el escaso vello facial. En Puebla y Oaxaca la estatura es aún menor. Al llegar a Jalisco y más al norte es dificil encontrar esos razgos...y cuando se encuentran, es casi invariablemente en personas que vienen del sur. La gente del sur es reservada, taciturna, desconfiada. La gente del norte es extrovertida, dicharachera, fanfarrona. Al sur de Guanajuato, la gente toma ron, aguardiente de caña, mezcal. Al norte se toma tequila, cerveza. El día de los muertos es algo lleno de misticismo, de magia, de tradición en el sur. En el norte es solo un pretexto para hacer fiesta. A partir de Guanajuato la gente baila cumbia, salsa, merengue y demás ritmos tropicales. Al norte se baila música de banda y norteña. En el sur, se usan los automóviles cómodos, sedanes, familiares. En el norte las camionetas, las SUV. Desde algunos lugares de Guanajuato, los niños le escriben a los reyes magos y reciben regalos en enero. A partir de Jalisco se le piden los regalos al “Niño Jesús” o a “Santa Claus” y los reciben el 25 de Diciembre. En la economía también existe también esa línea divisoria: El norte es industrial y el sur agricultor y artesanal. Quizás lo más notorio de esta división se vió claramente en el pensamiento polírico mostrado en las pasadas elecciones: En el sur arrasó AMLO y en el norte Calderón.

Hay dos Méxicos artificialmente unidos y naturalmente divididos.

Recuerdo algo que me preguntó alguna vez mi Madre, y que podría resumir todas estas diferencias. Me cuestionó: “Cuando fuiste a España ¿no te sentías extraño, tan lejos de nuestras costmbres?”. Le respondí: “En el lugar en que me he sentido más ajeno, más extranjero...ha sido en Chiapas”.